domingo, 10 de enero de 2016

No lejos de aquí

La sorpresa puede ser sencillamente cómica. Lejos de aquí nos puede sugerir una escena de terror. Incluso el que habla se prepara un cuchillo debajo de las sábanas. Pero enseguida observamos a una chiquilla con su perro. A qué viene todo esto. La chiquilla no habla, y después de acercarse a ella e intentar oírla, es el perro el que sonríe. El lector se queda tan tranquilo, sobre todo cuando el protagonista le dice a la chiquilla que no está para juegos. Y le da una ciruela. Todo es cómico, y me recuerda lo que me contó un pariente, paseando por Roa de Duero. Me dijo: L. tiene mucho miedo a lo que pueda ocurrir. Hace unos días venía hace nosotros H. Y nada más verlo, L. me dijo: Seguro que acaba de pasar algo, estoy segura. Y al llegar a nosotros se lo preguntó a H. ¿Qué ha pasado? Y H. dijo, con cara de sorpresa: ¿Qué ha pasado? ¡Nada! El poema de Raymond Carver es el reflejo de las sorpresas más o menos cómicas ante los miedos infundados.

No lejos de aquí
Todos nosotros
Raymond Carver