martes, 12 de enero de 2016

Esta habitación

Otra vez mirando por la ventana. ¿Cómo puede, si no, ver el coche sin conductor que espera abajo? ¿Y a quién va a esperar sino a él? Quizás ha prometido algo a alguien, y eso implica bajar a la calle, subirse al coche y viajar hasta un lugar en donde vive la persona a quien le ha hecho la promesa.

Hemos de ir llenando líneas en blanco para completar el significado. Lo que contiene depende de nosotros, de nuestra resolución, de nuestro interés en continuar indagando.

Quizás él no quiera, quizás se arrepiente de haber hecho una promesa. No hacer promesas, no hacerlas por mi bien.

Y entonces, de golpe, un recuerdo: una sombrilla, una explanada frente al mar, aquellas flores... Parece un recuerdo agradable, sin duda, uno de esos recuerdos que se quedan en el interior y que luego salen de vez en cuando, y no cuando se les llama, sino en instantes precisos.

¿Podría repetirse algo parecido?

Enciende un cigarrillo, descorre la cortina. (Quizás la había corrido para no ver el coche, para no tener que enfrentarse a la promesa).

Y el coche se va.





Esta habitación
Todos nosotros Raymond Carver

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