lunes, 30 de mayo de 2016

Fue como en los viejos tiempos

Imágenes de los viejos tiempos que su hermano convoca de nuevo en una llamada telefónica. ¿De qué sirve? Parecían superados, y sin embargo no lo estaban. Ahora la historia se repite: todo acaba mal, y se recuerda como si hubiera sido una pesadilla. 'Los cuchillos en la mesa, a espera / de problemas'. Quizás sea ésta 'la' imagen que más nos impresiona, y es la que enlaza con el estallido emocional del final del poema:
'Te quiero, hermano, dijiste.
Se cruzó un sollozo.
Me cogí el auricular
como si fuera el brazo de un colega.
Y deseé abrazarte, viejo amigo.
Yo también te quiero, hermano.
Lo dije y luego colgamos'

Los viejos tiempos
Todos nosotros
R Carver

viernes, 20 de mayo de 2016

La responsabilidad de decidir

‘El acto voluntario y el acto libre’ fue la pregunta de filosofía en mi examen de reválida de sexto de bachillerato. Siempre he recordado la pregunta, pero no lo que respondí. Pienso que es muy difícil que a los quince años uno pueda saber algo sobre estas cuestiones, aunque el profesor que se lo haya explicado sea muy bueno. ¿Cómo podía un profesor de filosofía explicar a sus alumnos el acto libre en aquellos años en que no había libertad en España? ¿Quién fue exactamente el profesor que tuvo la idea de preguntarnos eso, y cuáles debían de ser sus convicciones? Me gustaría haberle conocido, pero no entonces, sino veinte o treinta años después, y haber hablado largamente con él. El examen empezaba con el reparto de aquellos papelitos del tamaño de media cuartilla que contenían las preguntas, y que eran un modelo de trabajo hecho a conciencia. Encontré hace algunos años uno de ellos en el desván, en buen estado de conservación, con el color blanco del papel aún vivo,  y las letras de un negro intenso, como si acabaran de salir de la imprenta. ¿No resulta curioso que la papeleta de examen estuviera tan bien impresa? A mí me parece un indicio de que cuando vienen mal dadas siempre hay Alguien que no baja la cabeza, y que luchando desde dentro, de una manera callada y perseverante, consigue estimular la inquietud de los alumnos. En aquel papelito tan pulcro había un mensaje que Alguien había lanzado a los jóvenes de entonces: el acto voluntario es el acto libre, y ha de ser la aspiración de todo acto humano que pueda ser considerado como tal. Quizás ese Alguien fuese José Mª Valverde, superviviente en medio de aquella falsa quietud. El era el autor del libro de texto de filosofía, que he encontrado en la biblioteca, como si hubiera aparecido por arte de magia. Compruebo que no hay ninguna pregunta igual que la del examen, y que la más parecida es ‘El acto moral’, que se plantea como el acto voluntario que requiere ‘conocimiento, deliberación, decisión y ejecución en libertad’. Ahora tenemos muchas de las libertades formales que entonces anhelábamos. Los límites de nuestra libertad están fijados por las leyes de un Estado democrático, y ante cualquier duda de interpretación hemos de saber que nuestra libertad termina en los derechos de los otros. ¿Y quién es capaz de asegurar que tanto los jóvenes de quince años como los adultos de ahora somos más libres que entonces en el momento de enfrentarnos a la responsabilidad de decidir?

miércoles, 18 de mayo de 2016

La representación de la realidad, de Bill Nichols

Lo que vemos no se puede dejar de lado, como si no existiera. Es quizás le lección que estoy aprendiendo mientras leo 'La representación de la realidad' de Bill Nichols sobre el documental, o sobre las diferencias entre la ficción y la no-ficción, o sobre todo ello a la vez. La evolución del documental a lo largo de los últimos 80 años es, más o menos, la evolución de la mirada de un posible espectador a lo largo de su vida. El documental expositivo es el inicio de un gradual acercamiento al documental reflexivo: la infancia y la madurez. No hay leyes, sino hipótesis que la experiencia nos va formulando, y que quizás habrán de ser rebatidas por lo que ocurrirá dentro de poco. A veces al caminar por la ciudad vas viendo lo que ocurre a tu alrededor como si fuera un espectáculo de convivencia, un equilibrio de fuerzas que se empujan las unas a las otras y que dan como resultado una mirada concreta. Cuánta resistencia nos ofrece el conocimiento. Y cuánto humildad hay que atesorar para darnos cuenta de que lo que vemos no es seguro. Como escribe Bill Nichols, refiriéndose al documental: no nos preparamos para comprender una historia sino para entender un argumento.


Motivo:
La representación de la realidad. Cuestiones y conceptos sobre el documental
Bill Nichols

jueves, 12 de mayo de 2016

Mi calle, de Edgar Neville

Miro Mi calle, de Edgar Neville, y me dejo arrastrar por los personajes entrañables de Madrid de la primera mitad del siglo XX. Balada de Madrid, de Nati Mistral, la música que resume la fuerza de unos personajes entrañables que humanizan la vida: Marcelino, constructor de acordeones, bandurrias y guitarras; Rufino Meléndez, constructor de paraguas; el marqués, populachero y vivaz, aristócrata venido a menos; Lesmes, el organillero, que deja el organillo en la Costanilla de San Pedro; los dos niños que luchan para conseguir las 25 pesetas que les hacen falta para que las ordenanzas municipales no sacrifiquen a su perro.

Qué personaje, Edgar Neville. Hijo de aristócrata, no dejo de imaginármelo como el marqués de la película, con su melancólico afán por vivir como un madrileño más. Veo al director entre los personajes, lo veo deslizarse por las calles, tocar el organillo, recrearse en las conversaciones de Rufino y de Marcelino, de los niños que buscan las pesetas necesarias para salvar a su perro. Cómo no van a poder salvarlo. El hijo del marqués les ayuda. Y la despedida a los caballos es quizás una de las despedidas más memorables que he visto en una película de cine: la emoción fluye por debajo, como si nos fuera dada con unos gestos muy sencillos, o con un leve parpadeo.  

Y también hay mucha tragedia sugerida, mucho dolor que apenas se esboza, entre tanto gracejo y alegría de vivir. A veces nos gusta una película que antaño nos hubiera parecido vagamente costumbrista o superficial. Sin embargo, con el tiempo apreciamos lo que hemos aprendido con mucho esfuerzo, como si ahora fuese un regalo de la vida. Como el blanco y negro de Mi calle, a cargo de José Fernández Aguayo, el gran director de fotografía del Buñuel más memorable, el de Tristana y Viridiana.


lunes, 2 de mayo de 2016

Felicidad, por RC

Lo que se lee a veces describe lo que hemos hecho hace poco, o lo que estamos haciendo. La luna sobre el mar, esta mañana, y su reflejo en la bahía. La luminosidad del horizonte, que adquiere matices plateados en estos días de mayo, después de que el viento haya barrido el polvo y las neblinas. La ciudad se despereza entre miradas llenas de contenido. En Felicidad, Raymond Carver está en su punto más íntimo, porque penetra en el mundo exterior y lo ve hermoso. Quién puede atisbar en este poema al autor de sus cuentos, o de otros poemas más duros. Un amanecer puede ser un comienzo y un descubrimiento. 'Tanta belleza que, durante un instante, / la muerte o la ambición, incluso el amor, / no tienen cabida aquí'.  

Felicidad
Raymond Carver

domingo, 1 de mayo de 2016

Donde el agua se une a otras aguas

Hace poco estuve en Cala Deià. Se la enseñé a Javier y a Inés, que vinieron de Madrid a visitarme. Nada más salir del coche ya se oía el murmullo del torrente. El agua limpia recorriendo su camino hacia el mar. Donde el agua se une a otras aguas. Una parte de la experiencia humana es este recorrido. Cada uno está en su propia corriente, que es él y lo que lo constituye. RC está absorto ante la idea de que le gustan los ríos, y de que 'me encanta lo que crece en mí'. Uno también es ese río que avanza desde dentro hacia afuera. Ahora es esto lo que nos dice cosas al oído. El río de Heráclito también se entiende en la madurez. O se empieza a entender de verdad por vez primera. Te ves con los pies en el río, siempre cambiante. Una imagen casi real, casi vivida de verdad. Luego te das cuenta de que el río viene de algún lugar que has de ir conociendo con el tiempo.


Donde el agua se une a otras aguas
Todos nosotros
Raymond Carver