De noche, los paneles de las paradas de autobús iluminan la calle. Pedro Sánchez y Mariano Rajoy parece que nos interpelan, como si quisieran hacerse notar.
Miradme, dice Pedro Sánchez.
De Mariano Rajoy hay dos retratos diferentes. Uno de ellos es más o menos como el de Pedro Sánchez, pero en el otro está en actitud pensativa, un poco ladeado, como si el fotógrafo hubiera escogido cuidadosamente el instante.
A Pablo Iglesias y Albert Rivera casi ni se les nota. En la publicidad electoral su papel es más bien secundario. Y no digamos los restantes: Alberto Garzón, Andrés Herzog, ausentes del todo. O los líderes de los partidos de ámbito sólo autonómico, que en Mallorca pasan desapercibidos, aunque sus votantes los conocen de sobras.
Como casi siempre, habrá que elegir entre la realidad y el deseo.
Motivo: elecciones 20D