domingo, 20 de diciembre de 2015

La albahaca del campo de refugiados de Yarmuk

Veo una fotografía de Yarmuk, de Natalia Sancha. La veo y empiezo a mirarla. Dos soldados caminan por una calle. Decir una calle es una manera de nombrar algo que se le parece. Los portales de los edificios a ambos lados están carbonizados. Casi toda la imagen está en sombras, excepto un rectángulo central, en el que al fondo se ve un edificio iluminado por el sol, que también está destruido. Uno de los soldados va  hacia este edificio, en el cual quizás se haya quedado alguien  entre los escombros. Otro soldado, más cerca de la fotógrafa, va en el mismo sentido. Abajo, a la izquierda, se ve un tubo flexible; a la derecha, una barra aparentemente rígida. En la crónica, Natalia Sancha cuenta que "Las balas apenas se escuchan ya en el campo de refugiados palestinos de Yarmuk...a tres kilómetros al sur de Damasco. Prueba del impasse son las plantas de albahaca de metro y medio que florecen bajo el cuidado de los uniformados en el último control militar".

Motivo: Crónica de Natalia Sancha, El País, 5 de diciembre de 2015. La foto es también de Natalia Sancha.