lunes, 2 de noviembre de 2015

20-D

Dentro de poco va a empezar oficialmente la campaña electoral, y de nuevo seremos bombardeados por eslóganes sin contenido alguno, como si fuésemos tontos a los que hay que aleccionar y confundir. ¿Por qué votamos a los que votamos? ¿Para defender nuestros intereses? ¡Pero si nuestros intereses son siempre opacos, y no es nada fácil identificarlos! ¿Y los intereses de la comunidad en la que vivimos, del país entero del que somos ciudadanos? Y sin embargo la democracia es precisamente esto: la dificultad de creer que existen soluciones a nuestros problemas, porque los problemas no se pueden aislar los unos de los otros, y en las relaciones que se establecen entre ellos no hay más que contradicciones. La democracia es precisamente el sistema que no oculta sus reveses, y que se afana en solucionarlos, aproximándose a ellos mediante un acercamiento basado en pactos, en el reconocimiento de que la solución definitiva no existe, y aún en el supuesto de que existiera su validez sería temporal.