lunes, 24 de agosto de 2015

Grillos y gorriones en el aeropuerto

Al bajar por la espiral del aparcamiento oigo un ruido que quizás sea del coche -a los 16 años cualquier coche puede emitir ruidos de origen impreciso- y que al salir a la autovía desaparece. ¿Serían grillos? No es tan extraño: en el aeropuerto hay gorriones, que buscan refugio en la enrevesada estructura del techo. ¿Por qué no va a ser una terminal de aeropuerto un buen sitio para grillos y gorriones? También en las centrales telefónicas los pájaros entran por las ventanas abiertas y conviven con los modernos equipos electrónicos, que no son más que cajas herméticas que ocupan muy poco espacio en comparación con el que necesitaban los viejos equipos electromecánicos. Asociamos los pájaros a los árboles, los grillos y las cigarras al campo abierto, y las personas humanas a los edificios, y sin embargo hay continuos desplazamientos de uso. El día en que las cigüeñas descubrieron los campanarios se abrieron muchas puertas del futuro. Al igual que se plantea la búsqueda de algún planeta habitable para el futuro de las personas humanas, quizás el futuro de los gorriones esté en los aeropuertos.