martes, 9 de septiembre de 2014

Fotografía de mi padre

Yo también conservo una fotografía de mi padre, prendida en la ventana de un armario. Está sentado, con una pierna sobre la otra, la mirada atenta a lo que hay a su alrededor. La fotografía detiene el tiempo en un instante que se convierte en eterno, aunque su naturaleza es equívoca, porque al detener el tiempo la imagen no se queda ahí sola, sin relación alguna con el mundo, sino que colisiona con las imágenes sucesivas de mi padre, las que lo conformarán en el futuro. Nunca más mi padre fue el de la fotografía. Se convirtió en otro, y en otro, y en otro. Me conmueve la comprobación de la fugacidad. ¿Cómo es posible que sólo haya vagos recuerdos de una existencia de la que procedo yo? 'Toda su vida mi padre quiso ser un tipo seguro', pero lo delata su mirada inquieta, y su manera huidiza de sentarse. Uno se deja llevar por impresiones que proceden de las fotografías que conservamos, como si fueran mojones del camino. Quizás sea lo único real, aquello que podemos confrontar con la memoria. Su fuerza, la fuerza de las fotografías, quizás está en esa combinación de verdad y nostalgia que nos transmiten.

Motivo: Poema 'Fotografía de mi padre en su vigésimo segundo aniversario', de Raymond Carver