viernes, 19 de febrero de 2016

"When you're smiling"

Me he sentado a la mesa que me gusta más, la que está junto a la vidriera. Al entrar, no me he fijado en el poema que suele haber en la entrada, a la derecha de la puerta, escrito en una pizarra con tiza blanca y con letra muy clara. Suena una canción de Louis Armstrong; en la calle un mendigo levanta la tapa de uno de los contenedores de basura; un hombre y una mujer miran las afueras de la librería. El hombre y la mujer visten con sencillez y elegancia, y deben de ser turistas, por la manera de moverse, como si dudaran ante un lugar desconocido. Ha llovido hace un rato. El hombre lleva un paraguas colgado del brazo derecho. El cielo es invisible desde aquí, apenas puedo entrever si aún está cubierto y amenaza lluvia de nuevo, o si ya empieza a clarear. La trompeta de Louis Armstrong llena la librería de resonancias alegres, como si el café quedara impregnado del ritmo feliz de sus canciones. El hombre y la mujer siguen sin saber qué hacer, y ahora están mirando el bar de al lado, en el que hay fotografías de Ciutat. Los veo muy bien desde este alto, a dos metros sobre el nivel de la calle. Ellos me han visto también, sentado a esta mesa solitaria, con mi taza de café al lado. Pasa una madre joven con su hijo un metro detrás de ella, siguiéndola fielmente. Puedo ver fácilmente el hilo invisible que los une. Es un hilo que los une y que soy capaz de intuir por experiencia, sólo por experiencia. Los adoquines están levemente mojados. Ha llovido lo suficiente para que su color marrón se haya vuelto brillante, como si hubiera sido pintado por una mano cuidadosa. Así es la lluvia en Ciutat, una dulce caricia que se prodiga poco, y que cuando llega nunca se suele desbordar sino que llega muy atenuada para limpiar lo que toca y para dejarse llevar por la superficie de los lugares y de las cosas. Un hombre con ropa descuidada se cruza con una chica joven que por debajo de la chaqueta lleva un chal vaporoso que vuela al andar. El hombre quizás piensa que esta chica se dirige hacia él, pero en seguida se le va la idea de la cabeza porque la chica va hacia un chico que la estaba esperando cerca de los contenedores de basura. La chica hace un quiebro con el cuerpo y se va corriendo hacia el chico, y el hombre que viste descuidadamente, con la barba de varios días y una mochila vieja a la espalda, se va riendo. Los dos jóvenes se sientan afuera, a una de las mesas que hay sobre una tarima de madera. Dos jóvenes suben la escalera desde Sa Costa de Sa Pols y juguetean con su perro. La canción que ahora suena creo que es When you're smiling.