martes, 2 de diciembre de 2014

Mark Strand

''En un campo
yo soy la ausencia
de campo.
Donde sea que esté
yo soy lo que falta.
Cuando camino
parto el aire
y siempre
el aire ingresa
a llenar los espacios
donde ha estado mi cuerpo.
Todos tenemos
razones
para movernos.
Yo me muevo
para dejar las cosas intactas''

Mi hija me envía este poema de Mark Stand (1934-2014). Su aparente sencillez nos empuja a buscar varias ramificaciones de posibles complejidades, como si desde su centro salieran caminos en direcciones distintas. Así debe ser un texto: el lector ha de explorarlo, con sus propios medios, sin pedirle consejo a nadie.
Miro una fotografía de Mark Strand, de 2010, en Nueva York. Tiene las manos enlazadas, una sonrisa amable, la sensatez de quien está a la espera de algo sin preocupación excesiva. El mundo es así, parece decirnos, pero no es tan simple, y mis poemas expresan esta desconcertante contradicción.

Motivo: Pequeño homenaje a Mark Strand, que ha muerto en Brooklyn hace unos días. El poema es del libro Durmiendo con un ojo abierto.