¿Cómo detectar la verdad de un hecho acerca del cual lo desconocemos casi todo? ¿Existe la verdad? Los casos de corrupción, ¿se aclaran del todo en los tribunales o tan sólo se logra sacar a flote la puntita del embrollo? A veces tengo la sensación de que lo que ocurre es siempre impreciso, y que la verdad a secas no existe, y en el supuesto de que exista es una máscara que se nos ofrece a medias, y ni aún así, y que por lo tanto es tan sólo una elucubración sin posibilidad alguna de desvelamiento. Incluso algunas fórmulas matemáticas son imprecisas, como en las apelaciones a los límites. ¿La realidad? ¿Qué es la realidad? Ah, pero no podemos desaprovechar la puntita del embrollo, que por lo menos nos acerca a las vísceras de un supuesto hecho del que queremos saber si ocurrió, y por qué ocurrió, y en qué circunstancias. Y ni hablar de olvidarnos de las fórmulas, que nos muestran resultados casi veraces, más allá del umbral de nuestras posibilidades.
(Diario de Algún Otro, 7)