domingo, 7 de junio de 2015

Nos pervertimos, pero no cambiamos

Nos pervertimos, pero no cambiamos, he leído que dice Valentí Puig, y es bien seguro que, en parte, así es, sin duda, aunque nos puedan quedar rescoldos de inocencia, pero será en cualquier caso una inocencia pervertida, la que resulta de los imperativos de la supervivencia, que exige adaptación al medio. Acaso con el tiempo a cuestas sobrevive el gozo de conocer, que nos distingue del resto de animales, y que ha de sortear las costumbres, que suelen ser aniquiladoras de la conciencia. Y otra supervivencia, no tan aniquiladora como podría parecer: desde luego la sensación de haber llegado a donde quizás no deseábamos. Lejos queda el tiempo de la voluntad entendida como la única facultad que se necesita para alcanzar objetivos. ¿Nos pervertimos, pero no cambiamos? Bien pensado: también cambiamos. 
(Diario de Algún Otro, 8)