martes, 10 de enero de 2017

Acabo de saber ahora mismo que ha muerto Zygmunt Bauman

Temprano, el periódico nos da lo que hemos de buscar. Noticias cuya interpretación me ayuda a saber algo acerca de lo que me ha de impulsar. Acabo de leer que ha muerto Zygmunt Bauman, el pensador que nos ha avisado con claridad acerca de la vida. Y lo que puedo saber de la experiencia de su manera de mirar me va a llevar a leer un libro suyo que tengo en casa, y que voy a buscar. Las condiciones para entender el significado del pensamiento son de una claridad que he de poder abrazar. Soy más libre cuando pretendo aprender lo que me da explicaciones coherentes, o aquello que me ha de hacer luchar con insistencia. Estoy en casa, pero puedo avanzar. Lo que me impulsa a conocer los vínculos entre mi vida y el pensamiento de un gran filósofo ha de ser lo más abierto de lo que tengo. Lo abierto es lo que me hace pensar en la limpieza del pensamiento. Zygmunt Bauman es un pensador. Es. Nos deja su forma de avanzar, la mirada viva al mundo. Mi amigo Manolo me envía algunas ideas acerca de lo que Bauman nos entregó en los libros. Y hay que avanzar sin dejar de pensar. Poco a poco, insistentemente.