martes, 21 de julio de 2015

La evolución religiosa de Pascal Bruckner

¿Cómo evolucionan nuestras ideas políticas?  ¿ Y las religiosas? Como si fuese algo sustancioso, casi corpóreo, a medida que nos hacemos mayores el tiempo forma parte de nosotros mismos. Como un líquido que se mete en nuestro cuerpo y que circula por su interior: la sangre de la evolución personal.

 Estoy leyendo 'Un buen hijo', de Pascal Bruckner, y al referirse a su evolución religiosa, dice: El ateo del cristianismo queda siempre impregnado de aquello que repudia, sigue siendo cristiano en su repudio a Cristo...Cuando en mi apartamento oigo repicar las campanas de la cercana iglesia armenia, me invade una sensación de sosiego. No hay nada más dulce que una gran religión en su crepúsculo, cuando ha renunciado a la violencia, al proselitismo, y sólo exhala su postrer mensaje existencial: la fe se convierte en emoción estética, en nostalgia de la infancia.

Y todo gracias al tiempo, que no es tan sólo el fluir mental de nuestra relación con el mundo, sino una parte de nosotros mismos, que a partir de un determinado momento empezamos a ser conscientes de Todo.