domingo, 14 de agosto de 2016

Lluvia de estrellas

En verano podemos mirar con más tranquilidad, insistiendo en la exploración de la cúpula celeste sin preocuparnos del rigor de la noche. La lluvia de estrellas que vi desde el Paseo del Espolón de Roa de Duero no se ha repetido. De madrugada la vida se aquieta, cuando los movimientos estelares parecen formar parte de una realidad ajena a nosotros. Lluvia de estrellas puede querer significar más cosas: quizás tan sólo belleza, el estímulo de lo que nos da nuestra dimensión real como personas. Una lluvia de estrellas recordada años después me sirve para buscar otros detalles de mi vida que sin aquella noche de Roa de Duero ni tan siquiera se hubiesen manifestado. Ahora tendría que valorar lo que se necesita para sobrevivir.