sábado, 14 de febrero de 2015

Campos de almendros

Los almendros tienen su propio centro meteorológico. Florecen cuando deben hacerlo, justo cuando prevén que habrá sol suficiente. Si hace falta esperar, esperan. Este año se han puesto de acuerdo en dejar pasar el frío de estas dos semanas últimas para dar la orden de salida.  Aunque algunos árboles se han adelantado a los demás, se puede decir que los campos de almendros aún no han empezado a blanquearse. Las condiciones necesarias están a punto de darse. Hoy ha amanecido soleado, y todo indica que falta poco ya. A los almendros solitarios que se han adelantado, se les unirán ahora los que viven en comunidad, que son los más. La naturaleza es capaz de elaborar protocolos,con su repertorio exacto de situaciones posibles y respuestas precisas. Y hoy podemos decir: qué poco falta ya para que de nuevo los campos de almendros recojan nuestra mirada hacia un lugar que a menudo no sabemos si es una realidad o una ensoñación -sobre todo en los extremos del día, en la luz tenue de la amencida, o en la más enfebrecida del atardecer, cuando lo blanco permanece en los límites de la penumbra.